El viento no acudió a la cita con las Regatas Costa Azahar y Puerto Azahar y no hubo competición

El viento no acudió a su cita con Castellón. Las Regatas Costa Azahar, puntuable en el Campeonato de España de la zona Mediterráneo, y la Puerto Azahar, de carácter local, no llegaron a completarse y se saldaron sin ganadores en ninguna de las clases. El Comité lo intentó todo y llegó a dar dos salidas que hubieron de suspenderse cuando el viento cayó y dejó a los veleros flotando en el mar. Decepción en el RCN Castellón, que había esperado su reencuentro con las Regatas Costa Azahar y Puerto Azahar con una tremenda ilusión.

Después de un año de Covid, que impidió todo tipo de competición, el esfuerzo había sido mayúsculo para encontrar una normalidad que, esta vez, arruinó un cielo plomizo, con lluvia el sábado y con viento flojo e inestable durante las dos jornadas.

El viento es el combustible de los cruceros que compiten en las regatas de vela. Y sin viento, simplemente los barcos, no navegan.

Ninguno de los partes meteorológicos consultados previamente había apuntado a que la situación fuera tan insostenible. Viento flojo el sábado y con mayor intensidad el domingo… pero la realidad fue otra muy distinta.

Una flota de unos 40 barcos, entre las dos clases: Los ORC y los RI. Participantes procedentes de numerosos clubes náuticos de la provincia de Castellón y Valencia, un dispositivo de lujo, preparado hasta el último detalle…

El sábado amaneció lluvioso y plomizo. El Comité optó por el campo sur, frente a la costa de Almassora. Unas veces llovía, otras, apuntaba maneras… pero el viento era inestable. El Comité esperó todo lo que pudo, cuando subió el viento hasta superar los 6 nudos de intensidad de componente noreste, se preparó el campo de regatas y se dio la salida a los ORC. Eran la clase más competitiva que se jugaba la puntuación en el campeonato de España.

En el mismo campo y cuando los ORC navegaban ya hacia la primera baliza, el Comité daba la salida a los RI. Pero el viento hizo de las suyas, roló y finalmente cayó. Al Comité no le quedó otra que anular.

La flota esperó hasta las 17:00 horas cuando se intentaba reposicionar el campo para realizar un nuevo intento. La presión subía, parecía… pero tampoco esta vez se cumplieron las condiciones y la lluvia volvió a ser constante. Resultaba imposible y el Comité mandó la flota a puerto.

El domingo volvía a amanecer encapotado tras una noche con tormenta. Esta vez se optó por el campo norte, delante de Castelló y Benicàssim. La ola venía de sur, pero el viento rolaba y se mostraba perezoso.

Nuevos intentos del Comité para completar, por lo menos una prueba para las dos clases, y una vez más resultó imposible.

Así las cosas, anulación completa y de vuelta a tierra. Mientras los veleros retiraban las velas y desmontaban los aparejos, ya atracados en el RCN Castellón, el sol se imponía en lo alto y el viento por fin daba condiciones. Pero ya era tarde, las regatas ya habían acabado.