La Armada ha recibido el 24 de enero, en el astillero de San Fernando (Cádiz), la última de una serie de doce lanchas de desembarco LCM-1E construidas por la empresa Navantia.
La recepción de esta última unidad se ha formalizado con un acto presidido por el Almirante de la Flota, Fernando Armada Vadillo, y el director general de Navantia, Bernabé Unda. Las autoridades civiles y militares asistentes salieron a la mar a bordo de la unidad entregada, la L-614, y, posteriormente, el Almirante Jefe del Apoyo Logístico en la Bahía de Cádiz, Juan Antonio Serón; el Interventor de la Armada, general de brigada Miguel Ángel Ruiz del Árbol, y el director del astillero, Fernando Mígueles, firmaron el acta de recepción.
Con este acto se completa el programa de construcción de doce lanchas de desembarco LCM-1E, cuya primera unidad fue entregada en mayo de 2006. Dicho programa se inició en 1997 al objeto de sustituir las LCM-8, mejorándolas conforme a los requisitos operativos establecidos. Entre estos requisitos, destacaba la necesidad de contar con una elevada velocidad que permitiese la ejecución de operaciones anfibias con éxito.
Características técnicas
Las LCM-1E tienen una eslora máxima de 23,30 m y una manga de 21,27. Pueden transportar hasta 100 toneladas de carga, alcanzar una velocidad máxima de 20 nudos y varar en playas de pendiente mínima del 0,9%. Están propulsadas por chorro de agua mediante dos motores diesel de cuatro tiempos con una potencia máxima continua de 809 kilowatios cada uno.
Grupo Naval de Playa
Las LCM-1E pertenecen al Grupo Naval de Playa, que tiene su base en la Estación Naval de Puntales (Cádiz). Su misión principal es situar en la playa en un tiempo razonablemente corto los elementos que integran la fuerza de desembarco mediante su transporte a tierra desde los buques de asalto anfibio -Castilla- y -Galicia- y el futuro buque de proyección estratégica -Juan Carlos I-. El Grupo Naval de Playa está encuadrado a su vez en el Grupo de Unidades de Proyección de la Flota, núcleo básico sobre el que se constituye la capacidad específica de proyección del poder naval sobre tierra.