Cuaderno de bitácora

XXVI Campaña Antártica y Campaña Investigación ZEEE

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XXVI Campaña Antártica y Campaña Investigación ZEEE
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XXVI Campaña Antártica y Campaña Investigación ZEEE

Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo 049º con viento bonancible moderado del noreste, cielo mayormente despejado, mar marejadilla combinada con cierta mar de fondo del NW y buena visibilidad.

Esta es la última singladura de la XXVI Campaña Antártica que el “Hespérides” pasará en aguas del Océano Atlántico. Uno de los fenómenos más arquetípicos de la segunda mayor masa de agua del planeta, la mar de fondo, despedirá al buque hasta la próxima campaña Antártica, cuando volverá a abandonar las aguas más restringidas del Mediterráneo, donde no se da este tipo de oleaje por requerir de grandes extensiones libres de aguas formarse. En este caso, viene provocado por la presencia de una borrasca sobre las aguas que se encuentran frente a las costas gallegas y portuguesas, extendiéndose sus olas a lo largo de muchas millas hasta romperse contra la costa magrebí. Esta diferencia en cuanto al tamaño de oleaje y, sobre todo, a la amplitud de sus mareas le valió el apelativo en tiempos de los antiguos romanos de Mar Océana, en clara diferenciación de los demás mares, confinados, que formaban parte de su cosmovisión.

Aunque “Mar Océana” como acepción del Atlántico se viene usando desde tiempos, es más conocida por el título de “Almirante de la Mar Océana”, creado en el siglo XV. Este no era otro que el propio Cristóbal Colón, según los títulos reconocidos por los Reyes Católicos en las capitulaciones de Santa Fe, en la que se reconocían las propiedades y los derechos del navegante sobre las tierras que aún estaban por descubrir. La acepción moderna de esta aguas se debe al titán Atlas, padre de la geografía, castigado por Zeus a sostener sobre sus hombros la bóveda celeste apoyado en las Columnas de Hércules, que no son sino ambas orillas del Estrecho de Gibraltar. Estas Columnas de Hércules se encuentran representadas en el Escudo de España, flanqueando los blasones de los reinos de León, Navarra, Aragón y Castilla.

La mitología del extremo occidental del mar Mediterráneo tiene mucho que ver con la elección del nombre del buque de investigación oceanográfica de la Armada. El protagonista de esta historia es el propio Hércules a quien, para expiar sus pecados, le fueron encomendadas la realización de doce tareas de gran peligrosidad. Una de ellas consistía en hacerse con el fruto del árbol de la sabiduría: unas manzanas doradas, que se encontraban custodiadas por de las ninfas del atardecer: las “Hespérides”. Según la mitología, este jardín se encontraba en poniente, donde hoy ubicaríamos la Península Ibérica, mas su ubicación era desconocida, y aquí residía el desafío de esta prueba: hallar el jardín donde las “Hespérides” guardaban el árbol del conocimiento. Hércules superó este desafío valiéndose de una argucia, mediante la cual consiguió engañar a Atlas, quien conocía todo el mundo por verlo desde las alturas del cielo, para que se hiciese con las manzanas por él. Este es el origen del nombre mítico del buque oceanográfico de la Armada; las guardianas del fruto de la sabiduría.

Finaliza la singladura con la densidad del tráfico mercante en franco aumento, señal inequívoca de que nos acercamos a uno de los puntos clave para la navegación de todo el mundo. El Estrecho de Gibraltar es transitado por cerca de 100.000 buques al año conectando no solo las rutas propias de los puertos mediterráneos, sino también aquellas que conectan el Extremo Oriente con Europa y América, ya que acceden al “Mare Nostrum” a través del Canal de Suez, en su extremo oriental.

Rinde la singladura sin más novedad.

Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo 048º dando un andar de nueve nudos en demanda del Estrecho de Gibraltar con viento bonancible moderado del NE, mar marejadilla combinada con un metro y medio de mar tendida del NW, cielos despejados y muy buena visibilidad.

Tras los eventos del día 16, el adiestramiento en operaciones de vuelo y la última estación de muestreo de PYROWIND, la XXVI Campaña Antártica afronta su recta final. La misión del buque ahora se circunscribe a navegar en demanda de Cartagena, puerto al que arribará, previsiblemente, durante la mañana del domingo 22 de mayo.

Para el equipo de científicos y técnicos embarcados, esta última semana de navegación tiene perfume de despedida, en la que aprovechan para reordenar sus muestras, realizar los últimos filtrados de agua y recoger las últimas membranas de celulosa de las estaciones de filtrado de aire que se encuentran en el puente alto del “Hespérides, una tarea que no finalizará hasta el cruce del Estrecho de Gibraltar. Aprovechando que su actividad es más relajada en estas jornadas, el equipo de investigadores aprovecha para dar una charla a la dotación sobre los objetivos del proyecto, la importancia de las muestras tomadas y la metodología empleada en su desarrollo.

La presentación está dirigida por Joan Villanueva, investigador principal del proyecto. Por contar con la participación de diversas universidades y organismos de todo el mundo, otros cinco integrantes del equipo científico presente a bordo intervienen en la conferencia. Las diferentes exposiciones nos muestran cada una de las teselas de especialidades, trabajos, y muestras que se recogen que sirven para integrarse en el mosaico de tareas que conforma el proyecto PYROWIND. Este proyecto, para estudiar las corrientes de aire en la Célula de Hadley, que la región atmosférica que engloba cada zona tropical, emplea polvo en suspensión y materiales pirogénicos procedentes de incendios en las áreas selváticas y de sabana del planeta como si de globos sonda se tratase. Estos productos, en función de su tamaño, o bien se depositan en el agua marina para caer en el lecho oceánico o permanecen suspendidos en el aire o en el mismo agua. Para separarlos del resto de partículas ambientales es necesaria la participación de expertos en diversos campos, como la química, para disociar los compuestos procedentes de las muestras en materiales que identifiquen inequívocamente los productos de combustión, la oceanografía para analizar las corrientes marinas profundas que conforman la circulación termohalina de los océanos o la biología para estudiar la interacción de los microbios marinos con estas partículas depositadas. Si bien todas las ponencias son muy remarcables por la capacidad de síntesis mostrada y de reducir un tema tan complejo a un nivel divulgativo digerible por la audiencia, tiene especial mérito la intervención de dos de los investigadores extranjeros. En primer lugar, Stéphanie, de Brasil, se atrevió a exponer un tema tan técnico en una lengua que no es la suya –huelga decir que de manera notable- y después, Sam, estadounidense, cuyo desconocimiento de la lengua de Cervantes no le impidió explicarnos el procesamiento químico e informático que efectuará de las muestras obtenidas en su laboratorio de Narrangasett, en el estado de Rhode Island, para lo que se sirvió de una sesión de cine mudo.

Todas estas exposiciones sirven para enriquecer la interacción de dotación, técnicos y personal científico, ya que, conociendo mejor los objetivos de los otros, se logra la sinergia que es imprescindible para el buen término de estas campañas de investigación.

Rinde la singladura sin más novedad.

Comienza la singladura de buen cariz navegando entre las islas de Gran Canaria y Tenerife dando un andar de ocho nudos con viento flojo del noreste, mar marejadilla, cielo despejado y buena visibilidad.

Nuestro tránsito entre el paso de 32 millas que separa las dos mayores islas del archipiélago canario se realiza a través del dispositivo de separación de tráfico (DST) que regula el tráfico entre ellas. Estos sistemas establecen dos “carriles” de tránsito para la circulación general de los buques en canales, estrechos, cabos y pasos angostos como si de auténtica autopistas se tratara. Estos puntos, por su configuración geográfica, congregan un gran número de buques, con el consiguiente riesgo de abordaje (colisión) que esto conlleva. Este riesgo se minimiza canalizando todos los buques que atraviesan la angostura en dos sentidos de navegación en torno a su eje principal. No es de extrañar, no obstante, la presencia de ferris que cortan el dispositivo de separación de tráfico (DST) en ciertos pasos como este o como el Estrecho de Gibraltar a altas velocidades de manera casi perpendicular al mismo, cubriendo la ruta que comunica ambas orillas, en este caso, las dos capitales insulares de Canarias.

Según avanza la madrugada, la Luna roja, hace acto de presencia en el firmamento nocturno canario. Este evento que tanto da que hablar en estos días, tiñe la Luna de un color rojizo durante algo más de una hora en la madrugada de hoy. En la mar, hasta el más cotidiano de los fenómenos astronómicos es espectacular. Al no existir contaminación lumínica, en las noches despejadas sin Luna se puede reconocer una cantidad de estrellas inimaginable desde las vecindades de cualquier población de cierta entidad. Con la excepción de algunas zona montañosas, que se elevan por encima de la humedad, la claridad del cielo nocturno es un espectáculo reservado para los marinos.

Al poco de despuntar el alba, el “Hespérides” ya navega al norte de Gran Canaria, navegando en las inmediaciones de su próxima actividad programada para hoy. Se trata de un adiestramiento en operaciones de vuelo realizado en colaboración con un helicóptero "Súper Puma” del grupo 802 de Salvamento y Rescate del Ejército del Aire. Se trata de un ejercicio muy sencillo en el que la aeronave nunca llega a tomar sobre la cubierta de vuelo, sino que permanece en estacionario sobre ésta y descuelga, mediante un gancho una camilla a dos rescatadores, quienes inmovilizan al herido y lo izan hasta el helicóptero. Estos ejercicios son fundamentales para poder dar asistencia médica inmediata a aquellas personas requieran una evacuación inmediata, una capacidad que puede ser crucial para salvar vidas en la mar, especialmente, en un área tan remota como es la Antártida.

Hasta cuatro aproximaciones y descensos a cubierta son realizados por el “Súper Puma”, en los que también se prueba el procedimiento de emergencia de comunicaciones, en el que los datos de viento en superficie, balance, cabezada y humedad relativa son anotados en una tablilla y mostrados al piloto desde uno de los alerones del puente. Una vez finalizado el adiestramiento, tras una pasada de despedida, la aeronave regresa a su base en Gando y el “Hespérides” retoma su actividad oceanográfica. Inmediatamente después de retirar zafarrancho de vuelo, el personal de cubierta se prepara para el último calado de CTD de la XXVI Campaña Antártica. Son ya diecisiete estaciones efectuadas a lo largo del proyecto PYROWIND, repartidas entre el día de salida de Salvador y hoy. Al salir de las regiones tropicales y subtropicales, se abandona la zona de interés del proyecto. Ahora, es momento del procesado de las muestras para obtener el buscado material pirogénico, antes de analizar los resultados obtenidos, ya en Barcelona, y publicar las conclusiones del estudio.

Con esta terminan todas las tareas de la XXVI Campaña Antártica del ”Hespérides”. Ahora, únicamente resta transitar en demanda del Estrecho de Gibraltar con idea de volver el próximo día 22 a Cartagena.

Rinde la singladura sin más novedad

Comienza la singladura de buen cariz navegando en aguas del atlántico Sur a rumbo noreste en demanda del paso que separa la isla de Gran Canaria de la de Tenerife, con viento bonancible moderado del noreste, mar marejadilla combinada con un metro y medio de mar tendida procedente del noroeste, cielo despejado y buena visibilidad.

Apenas hay cambios significativos en nuestro entorno durante el tercer día de tránsito que separa la decimosexta estación de muestreo del proyecto PYROWIND y la decimoséptima, última del proyecto, programada para efectuarse en la costa Norte de las islas Canarias. Así, se continúa navegando a un andar de nueve nudos y medio a rumbo base 030º. La aparición de un grupo de tres cetáceos marinos, probablemente ballenas, y de delfines son la principal novedad en una mañana que se presenta tranquila y sin sobresaltos. Estos mamíferos marinos congregan a un nutrido grupo de científicos en cubierta de vuelo, ya que no han tenido la fortuna de aquellos que nos acompañaron en zona antártica, cuando el avistamiento de ballenas, focas, pingüinos y muchos otros animales marinos era algo cotidiano. El viento va descendiendo lentamente durante las horas centrales del día, otorgándole a la mar un oleaje que se asemeja a las escamas de un pescado.

Llevamos todos los días escuchando en el canal VHF de emergencia marítimo los mensajes de radiodifusión que, regularmente, emiten Tenerife, las Palmas, Gomera, Yaiza, Arrecife y la Restinga radio advirtiendo a todos los buque en la zona la presencia de embarcaciones a la deriva u otros peligros para la navegación. La cercanía de las islas Canarias se materializa a las 1730 horas de la tarde cuando, en el horizonte, se perfila la inconfundible silueta del pico más elevado de España: el Teide. En días despejados como hoy, hemos podido distinguir el imponente volcán a más de 100 kilómetros de distancia, unas 58 millas náuticas, de manera inequívoca. Divisar de nuevo tierra española tras más de 140 días desde que dejamos atrás el archipiélago, navegando destino Mar del Plata, es un motivo de alegría, especialmente para los canarios como la SGTO doña Sara o el MRO Mario, pero compartido por toda la dotación del “Hespérides” ya que significa que estamos un poquito más cerca de casa.

Según avanza la tarde y el “Hespérides” gana millas hacia el Norte, por nuestra amura de estribor también se deja ver la isla de Gran Canaria. Entre las dos islas mayores del archipiélago navegaremos por la noche, culminando nuestra singladura a pocas millas donde, según está previsto, realizaremos la última estación del proyecto PYROWIND.

Rinde la singladura sin más novedad.

Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo noreste con viento bonancible moderado de dicha componente, mar marejadilla combinada con una ola t, cielo despejado y buena visibilidad.

El tránsito en demanda del estrecho que separa las islas de Tenerife y de Gran Canaria es tan apacible como era de esperar. La brisa del noreste que, durante siglos, empujó a las naves de vela que cubrían la ruta entre las Islas Afortunadas y el mar Caribe sopla por la proa del “Hespérides” bajo un cielo completamente despejado de paisaje subtropical.

Aunque la cantidad de buques que nos encontramos es muy superior a aquella que se podía anotar durante nuestras singladuras en aguas del atlántico central, apenas supera los dos o tres contactos diarios avistados desde que barajamos a rumbo norte la costa africana. Los peces voladores, única compañía durante decenas de millas, ya no se dejan de ver con la misma frecuencia que lo hacían más al sur, en aguas cuyas temperaturas superaban los 20º C. La caída de la temperatura del agua tiene sus ventajas, y una de ellas está directamente relacionada con la calidad de vida a bordo. En otras páginas de este Cuaderno se mencionaba que los sistemas auxiliares que refrigeran los generadores diésel y los sistemas de propulsión del buque emplean agua marina para esta tarea, por lo que, en aguas más tibias, su rendimiento se incrementa de forma notoria. La temperatura con la que se refrigeran, cámaras, sollados y camarotes también depende en gran medida de la temperatura del agua marina. En este caso, el agua salada enfría el circuito cerrado de agua dulce que se emplea, a su vez, para descender la temperatura del aire que se bombea a los espacios de habitabilidad. En ciertos compartimentos del buque, como los sollados de marinería, donde conviven hasta cuatro personas, el cambio se ha hecho ciertamente de agradecer.

Sin más sobresaltos, continúa el tránsito en demanda de las islas Canarias a cuyas inmediaciones se está previsto arribar durante la tarde de mañana 15.

Rinde la singladura sin más novedad.

Comienza la singladura de regular cariz navegando a 9 nudos al Norte, con viento fresco del norte noreste, mar fuerte marejada, cielo despejado y buena visibilidad.

El arrecie de viento que habíamos percibido durante la tarde del día anterior se acentúa en las primeras horas de la madrugada del día 13. Aunque estaba pronosticado un aumento hasta 23 nudos con rachas que alcanzarían los 30 nudos de intensidad, el viento se entabla por encima de los 25 en las primeras horas de la jornada.

Paralelamente al viento, la mar va aumentando en su graduación a medida que avanzan las horas de la madrugada, hasta alcanzar los dos metros y medio de ola al despuntar el alba. El tamaño de ola se mide mediante la escala Douglas de oleaje, la cual establece una equivalencia entre una intensidad del viento entablado y la altura, en metros, de la ola promedio. Aunque esta oximación es bastante acertada, la cuantificación del tamaño de ola no es tan trivial ya que no es función única de la intensidad del viento, sino que depende también de su persistencia en el tiempo y de la extensión del mar sobre la que sopla el viento procedente de una misma componente, conocido como fetch. El tamaño de ola se puede calcular mediante la interpolación mediante tablas gráficas que emplean dos de estas tres entradas. Así, durante la madrugada navegamos durante el fetch de este viento NNE de 25 nudos el cual, según aumenta su persistencia, esto es, su duración en el tiempo, alcanza el tamaño de 2,5 metros de ola que se aprecian durante la mañana. Como ya se comentó en alguna de las primeras páginas de este Cuaderno de Bitácora, la mar de viento no debe confundirse con la mar de fondo, que es aquella generada lejos del lugar donde se encuentra un buque y que resulta en una mar combinada: la suma vectorial de ambas componentes, que también depende del periodo de oleaje de cada una.

A lo largo de la mañana, al salir de ese fetch que mencionábamos antes, el viento amaina lentamente hasta los 15 nudos de intensidad y rola al NE. Esto constituye un alivio ya que, en torno a las 1400h de la tarde estaba programada la decimosexta estación de muestreo del proyecto, y que se vería seriamente comprometida de encontrarnos con el mismo oleaje que tuvimos unas horas atrás.

Poco antes de las 17h de la tarde, tras calar más de 3900 metros de cable para recoger agua con el CTD y sedimentos con el monocorer, finaliza la maniobra y el buque reanuda su tránsito a rumbo noreste, en demanda, ya por fin de las Islas Canarias. Ésta es la penúltima estación de muestreo programada por el proyecto PYROWIND, quedando pendiente únicamente la estación programada para el día 16 de mayo al Norte de Gran Canaria.

Con los vientos alisios soplando apaciblemente del noreste, y unas temperaturas mucho más moderadas que el bochorno ecuatorial de jornadas atrás, cae la noche en aguas del Océano Atlántico, penúltimo viernes de la XXVI Campaña Antártica.

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Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo Norte, dando un andar de 9 nudos, con viento bonancible moderado de dicha componente, mar marejada, cielo despejado y buena visibilidad.

Durante la madrugada, el “Hespérides” cruza el paso que separa el archipiélago de Cabo Verde de la punta homónima, emplazada en la costa de Senegal, y que sirve para dar cobijo a la capital de este país: Dakar, además de constituir el extremo oeste del África continental. Ambas orillas de este paso, tienen historias paralelas pero diferenciadas. Cabo Verde estuvo deshabitada hasta la llegada de los portugueses en el siglo XV, quienes pronto hicieron de él una estación comercial estratégica en su ruta hacia las Indias Orientales y en una importante escala logística para los esclavistas que transportaban esclavos negros desde Angola hasta los mercados del Caribe y Norteamérica. Este archipiélago fue la última costa visitada por la expedición de Juan Sebastián de Elcano antes de culminar su vuelta al mundo retornando a Sanlúcar de Barrameda. Los portugueses, celosos de que España les disputase su monopolio comercial con las Indias, hicieron todo lo posible por evitar que esta expedición retornase exitosa a la Península, incluso tratar de detener a los maltrechos navegantes de la “Victoria”. Elcano pudo zafarse de este lance in extremis. El resto de su travesía ya es Historia. Cabo Verde fue portuguesa hasta mediados del siglo XX, cuando declaró su independencia de la metrópoli.

A estribor del “Hespérides”, se encuentra Senegal, un país que, aunque descubierto inicialmente por los lusos, tomó un inequívoco sabor francés que perdura hasta nuestros días, ya que esta sigue siendo la lengua oficial y la que cuenta con mayor difusión. Este país, mitad selvático mitad sabana, creció paralelamente a Cabo Verde como puerto de esclavistas hasta mitad del siglo XX, que declaró su independencia de Francia. Este país tiene una de las fronteras más curiosas del mundo; la que conforma la desembocadura del río Gambia. Aquí, la existencia de un protectorado británico ajeno a la dominación francesa permitió la fundación de un país que se circunscribe a los límites naturales del valle del río que le da nombre: Gambia. La explotación que llevaron a cabo los ingleses no fue muy original con respecto a lo que se pudo observar en las colonias lusas o francesas. Así, tres naciones en menos de 300 millas de radio, cuentan la misma Historia en tres idiomas diferentes: inglés, francés y portugués.

A lo largo de la tarde, el “Hespérides” deja atrás el archipiélago de Cabo Verde y el viento comienza a arreciar. El desarrollo de una baja sobre Senegal hace que los vientos se encañonen en las inmediaciones de Cabo Blanco alcanzando velocidades superiores a los 20 nudos. La noche cae, y, con ella, la mar se embravece. Las calmas ecuatoriales se han despedido definitivamente de nosotros en nuestro tránsito hacia España

Rinde la singladura sin más novedad

Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo norte con viento bonancible moderado de dicha componente, mar marejada, cielo despejado y buena visibilidad.

A las 0805 horas de la mañana tiene lugar el orto, que anuncia una nueva jornada de sol resplandeciente, pero en este caso con horizontes tomados. En Canarias saben bien de que va esto. Se trata de calima, un fenómeno producido por el polvo del Sahara en suspensión que es arrastrado hasta el mar por los vientos alisios. Aunque su concentración no tiene nada que ver con aquella que dejó varias ciudades españolas con un aspecto marciano hace varios meses, es suficiente para que los horizontes se encuentren cubiertos de una neblina amarillenta durante toda la jornada. Los filtros de aire de los equipos científicos fueron los primeros en avisar de su llegada, ya que venían retirándose teñidos de un tono ocre desde hace un par de días.

En la jornada de hoy, el frenesí de actividad científica de los últimos días queda atrás. Tal y como anuncia la calima, en estas latitudes el viento procede del desierto, más al Norte de aquellas sabanas y bosques tropicales cuyo estudio es de interés para PYRWIND. Esto nos permite varias jornadas de relativa calma antes de efectuar el próximo muestreo, programado para el mediodía del próximo viernes, día 13.

Navegando a rumbo norte a lo largo de la tarde, el AIS indica la presencia de ciertos contactos, testigo de la ruta de tráfico que recorre la costa africana, cuya densidad aumenta paulatinamente a medida que nos aproximamos al brazo de mar que separa el continente africano del archipiélago volcánico de Cabo Verde. Los primeros contactos son, como ya viene siendo habitual, pesqueros asiáticos que navegan en demanda de los ricos caladeros de la costa atlántica de Namibia y la República Sudafricana.

Cae el ocaso con este clima, aún cálido, pero mucho menos húmedo y más apacible gracias a los vientos alisios, que traen aire seco desde tierra y refrescan notablemente las temperaturas.

Rinde la singladura sin más novedad

Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo Norte con viento bonancible moderado del NNW, mar marejadilla combinada con mar de fondo, cielo despejado y buena visibilidad.

Apenas acaba de terminar la última estación de muestreo de la prolífica jornada del lunes diez cuando despunta la medianoche que inaugura la nueva singladura de este proyecto. Por suerte, tras varios días con sus noches bastante exigentes, el calendario de PYROWIND ofrece una noche de asueto a los científicos y miembros de la dotación, como personal de maniobra que debe activarse cada vez que se va a realizar una estación científica. Por lo tanto, el buque navega durante toda la madrugada con la Estrella Polar en la proa, mientras da la espalda a la Cruz del Sur, aún visible en estas latitudes tropicales. La salida del Sol, cuyo término náutico de rigor es “orto”, está siendo relativamente tarde, si las comparamos con la de hace unas semanas. El encontrarnos con el huso horario de Canarias, en una región mundial donde la noche y el día duran aproximadamente lo mismo durante todo el año hace que hasta las 0810 horas, el sol no se muestre por el horizonte.

En torno a las 09h de la mañana se programa la primera estación del día. Esta estación es una de las más profundas que se han hecho en la presente Campaña Antártica, ya que se prevé arriar el CTD junto con el monocorer, a más de 5000 metros de profundidad. Esta es una maniobra larga, ya que el arriado se realiza a una velocidad promedio de 50 metros por minuto. Además, durante la recogida del cable, éste se detiene varias veces, para recoger muestras de las diferentes corrientes submarinas que se monitorizan por el CTD durante su fondeo. La meteorología, viento suave y mar marejadilla, facilita las condiciones para facilitar el estacionario. Así, el “Hespérides” permanece en estático durante cuatro largas horas, con los peces voladores como única compañía.

Es a las dos del mediodía cuando el CTD vuelve a superficie, con sus muestras de agua en su interior. Sin embargo, no todo ha salido bien en esta ocasión; ya que el “monocorer”, no se ha clavado correctamente en el fondo y regresa a superficie lleno de agua, en lugar del preciado sedimento. Rápidamente comienza la reunión para dilucidar qué hacer. Aunque permanecer cinco horas más en el mismo sitio puede trastocar el calendario para el regreso, los sedimentos del fango oceánico de estas latitudes son auténtico oro para el proyecto. Prima este segundo criterio y, tras vaciar las botellas del CTD, se arría de nuevo la roseta. Otras cinco horas que llevarán al “Hespérides” a permanecer en estacionario durante toda la tarde.

Son cerca de las 2030 cuando el CTD vuelve a bordo. Esta segunda muestra ha sido mucho más afortunada que la primera, lo que permite al “Hespérides” reanudar su marcha en demanda del paso entre Cabo Verde y Senegal. Con esta muestra, termina el “rally” de estaciones que hemos protagonizado durante las últimas jornadas, y ahora toca ganar millas hacia el Norte hasta el día 13.

Rinde la singladura sin más novedad.

Comienza la singladura de buen cariz navegando a rumbo Norte con viento flojo del N, mar marejadilla, cielo despejado y buena visibilidad.

Continúa la navegación frente a costas norteafricanas realizando estaciones de muestreo del fondo marino pertenecientes al proyecto PYROWIND. Hasta cuatro estaciones están previstas para la jornada de hoy.

La primera de ellas tiene lugar a las 0435h de la mañana, y se trata de un arriado del gravity corer mediante el pórtico de estribor sobre el macizo de Sierra Leona, destinada a tomar muestras del fondo marino. Es una estación muy cortita, de apenas 90 minutos de duración, al final de los cuales el instrumento científico se encuentra ya a bordo y el “Hespérides” navegando hacia la siguiente estación.

Tras menos de cuatro horas de tránsito, se realiza mediante el CTD-Roseta y el monocorer, el segundo muestreo del día, esta vez a más de 4000 metros de sonda, la cual se prolongará a lo largo de toda la mañana. El tercer muestreo, como se dijo, tiene lugar a las dos de la tarde y, el último, se prolongará durante toda la guardia de prima; entre las 2000h de la tarde y medianoche.

Como ya se ha mencionado en estas páginas ayer, por encontrarnos en zona de vientos alisios, estas aguas y fondos marinos son de gran interés para la campaña científica en curso a bordo del buque, ya que su procedencia del N – NE hace que provengan directamente de las praderas que pueblan toda la región subsahariana, cuyos productos de combustión son de interés científico para los integrantes de PYROWIND.

Rinde la singladura sin más novedad.

    

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