Ptolomeo es considerado uno de los grandes sabios de la llamada Escuela de Alejandría (junto con Hiparco de Nicea). Al parecer, pasó gran parte de su vida en la Biblioteca Alejandrina estudiando los escritos de los geómetras y astrónomos de la Grecia clásica. Gracias a su trabajo, la Edad Media pudo contar con una sistematización de los conocimientos astronómicos acumulados desde el siglo III a.C. hasta el siglo II d.C.
Este volumen conservado en la Biblioteca del Real Observatorio de la Armada reúne todos los trabajos de Ptolomeo, a excepción de su tratado sobre geografía. Su principal obra, el Almagesto , cuyo título griego podría ser traducido por Gran composición matemática de la astronomía, recogió todo el saber recopilado en los textos antiguos y sus propias aportaciones a la resolución del gran problema astronómico de los movimientos planetarios. Fue traducida al árabe en 827, por orden del califa al-Mamun, recibiendo entonces el nombre de al-Magisti . Más tarde, en el siglo XII, sería traducida en Toledo al latín, donde el citado nombre árabe se transformó en el Almagesto que hoy conocemos. Su propuesta proporcionó una interpretación de los movimientos planetarios acorde con los principios de la concepción aristotélica, basada en una Tierra inmóvil situada en el centro de un Universo compuesto por esferas celestes, y se mantuvo como único sistema cosmológico aceptado hasta el Renacimiento.