El constructor de este termómetro recibió en 1779 el premio de la Academia de Ciencias de París por el que se otorgaba el cargo de ingeniero de instrumentos matemáticos. Mégnié fue conocido en su época por el diseño y construcción de aparatos de precisión y por la invención de un método para comprobar las graduaciones de los instrumentos. Este termómetro, caracterizado por un depósito de mercurio en forma de espiral, llegó al Observatorio en 1802, con los instrumentos y herramientas llegados desde Brest para el obrador de relojería.