Vida a bordo

Esta nueva edición de vida a bordo viene navegando directamente del otro lado del charco. Nos acompaña la MRO. María Sol Suárez Rolón. Tiene 24 años y nació en Argentina. Apenas dejó de utilizar el chupete, ella y su familia emigraron a España buscando un lugar lleno de oportunidades.

Empezó a estudiar Educación Social pero tuvo que dejarlo por la falta de recursos económicos. Tras ello, decidió continuar su derrota personal ingresando en la Armada en el año 2021. Lleva destinada a bordo desde agosto de este año.

Su puesto en las vigilancias es como cronista del puente. Gracias a ello, y al ser la encargada de retransmitir las órdenes del Sr. Comandante a través de las Órdenes Generales, es una de las voces más reconocidas de la “Cristóbal Colón”.

No contenta con ello, sabe llegar a los corazones de la gente de la mejor manera posible: le encanta (y, tenemos que reconocerlo, a nosotros también) regalar snacks de comida a lo ancho y largo del buque, haciendo las jornadas del resto de los compañeros más llevaderas. Ella está realmente contenta de haberse adaptado tan bien a la mar. Es una gran compañera. Su mayor ambición es ser, sencillamente, la mejor marinero posible, sean sus funciones las que sean.

Con todo ello, no quiere dejar escapar la oportunidad que da este mundo de promocionar y desarrollarse a nivel profesional. Por ello, a la MRO. Sol está preparando la oposición para entrar en la escala de Suboficiales de la Armada.

Sin más, “cierro escucha” desde la “Cristóbal Colón”.

Comenzamos la semana con una nueva edición del “Vida a Bordo” de la fragata Cristóbal Colón. En esta ocasión, hablaremos del TN Álvaro Millán Ordóñez. Gaditano de nacimiento pero Portuense de corazón, tiene 32 años y lleva destinado a bordo desde el año 2021. Está casado y es padre de dos hijas.

Ingresó en la Escuela Naval Militar en el año 2011. En el año 2016 recibe el Real Despacho y el empleo de Alférez de Navío. Ha estado destinado en la Fragata “Santa María”, (en la cual ha participado en la Operación Atalanta y la Operación Sophia) y en el BECP Intermares. Es especialista en Sistema de Combate y posee el curso de Controlador Táctico de Helicópteros en la Mar.

Durante el casi año y medio que lleva destinado en la “Cristóbal Colón”, se ha echado a las espaldas numerosas “gorras”: es el Oficial de I+A, encargado de la planificación del adiestramiento de la dotación. También es el Oficial Coordinador AEGIS, gestionando los destinos relacionados con el Sistema de Combate del buque. Durante sus vigilancias y en Zafarrancho de Combate, realiza la función de Oficial de Guerra Antiaérea desde el CIC.

El TN Álvaro Millán es una persona polivalente a la par que profesional. Además, es en lo personal, buen compañero, jefe y amigo de sus amigos. Se preocupa siempre de crear un buen ambiente de trabajo, tanto en su destino como en su vigilancia, y de que todo el mundo trabaje motivado y con ganas, como un equipo de remo.

Entre sus aficiones se encuentra la cocina, como ha demostrado recientemente en la cámara de Oficiales preparando unas deliciosas tortitas para desayunar. También es aficionado al golf, a la navegación a vela y al motociclismo.

Y, con todo esto, despedimos esta edición del “Vida a Bordo” desde la 3ª Vigilancia del CIC con el TN Millán al frente de la situación aérea.

Otro viernes en la mar y nueva edición del “Vida a Bordo” de la fragata Cristóbal Colón. Esta vez estamos con el Mro. Alejandro Álvarez Ortiz. Malagueño de cuna, tiene 26 años y lleva destinado dos años a bordo del barco.

Ingresó en la Armada recién cumplidos los 24 años y, a pesar de su todavía breve travesía en la Cristóbal Colón, ya forma parte del alma del navío.

Alejandro trabaja a lo largo y ancho de todo el buque. Desarrolla su labor en numerosos ámbitos: desde la carga de víveres, hasta la presentación de la comida que llena cada día los estómagos de toda la dotación.

También participa en todas las distintas maniobras que se realizan a bordo para enfrentar a la mar. Sin embargo, no puede evitar esconder su sonrisa cuando relata su empeño predilecto: la asistencia indispensable y humana del apoyo sanitario a todos sus compañeros, ya sea desde el propio salvamento de un “hombre al agua” o desde el corazón de la atención desde la enfermería de a bordo. Circula por el buque siempre acompañado de su mochila y su chaleco salvavidas. Ya son muchos los que lo consideran un elemento indispensable a bordo para su seguridad personal.

A pesar de todo, no deja atrás sus más profundas aficiones entre las que destaca su pasión por mantener el reiterado “mens sana in corpore sano”. Es un hombre dedicado al deporte. Además, le encanta ayudar a sus compañeros en el diseño de una correcta rutina de entretenimiento.

Despedimos por hoy, acompañados de la sonrisa de Alejandro, esta última edición. Como diría una leyenda: ¡Hasta luego, Lucas!

En esta edición sobre la misión del equipo de la Colón vamos a hablar del Cabo Primero Rafael Alejos-Pita, conocido a bordo como “Rafita”. Nacido en Ferrol, como el dice “en plena plaza de España”, está casado y es padre de una hija.

En el año 2005 ingresó en la Armada como marinero, donde fue ascendiendo hasta alcanzar el rango de cabo primero permanente. Lleva destinado a bordo de la “Cristóbal Colón” desde el 2019.

En el transcurso de nuestros devenires por aguas del mediterráneo, Rafael trabaja en el grupo de mantenimiento del radar SPY-1D (V). Este sensor es el corazón del Sistema de Combate AEGIS y permite el seguimiento de una gran cantidad de contactos aéreos y de superficie, así como la guía para los misiles antiaéreos (SM-2 y ESSM). El Cbo 1º Rafael se encarga de realizar las diferentes mediciones, configuraciones y reparaciones que requieren.

Durante sus horas de vigilancia se sienta en su puesto de combate en el Centro de Información y Combate (CIC) afinando el rendimiento del radar para explotar al máximo las capacidades del sistema. Siempre con su buena cara y con buen humor, es un pilar en el destino y en la vigilancia.

Además de ser especialista en electrónica, es un acérrimo seguidor del Racing de Ferrol y de los Boston Celtics. Rafael intenta siempre sacar tiempo para seguir a sus equipos favoritos. Aunque coincida a horas intempestivas durante la madrugada, ahí está él delante del televisor para disfrutar del baloncesto y apoyar a su equipo. También colecciona las camisetas de los equipos de baloncesto locales de los puertos que el buque visita. Gracias a los años que lleva embarcado a bordo, le han permitido tener una colección muy numerosa.

Realizado un tercio del despliegue, continúa con las mismas ganas y dedicación del primer día.

Sin más esto es todo por mi parte. Hasta la próxima, “cierro escucha”…