En 1.964 se crea la Sección Especial del Arma Aérea de la Armada, que absorbe al Negociado de Helicópteros existente hasta entonces, y comienza a trabajar en la adquisición de nuevos helicópteros con capacidad antisubmarina. El modelo elegido es el Agusta-Bell 204B ASW, versión antisubmarina del aparato norteamericano fabricado en Italia, del que se adquieren cuatro unidades.