Vida a bordo

Buenas noches familia

Acaba otro día en la mar, uno menos para llegar a casa. Hace ya más de un mes que salimos de Ferrol, y tras muchas millas náuticas a la espalda el cansancio hace mella. Por suerte aquí somos una pequeña gran familia. Incluso en los momentos más complicados, en esos en los que la cabeza nos va jugando malas pasadas, siempre están esos que nos mantienen a flote: nuestros compañeros. Me considero muy afortunado de tenerlos, en la Cámara de Suboficiales del barco donde día a día convivo con todos ellos no podría estar más feliz. Que sería de esto sin ellos, mi familia del trabajo.

Siempre después de comer procuro pasarme a tomar el café, sentarme un rato en el sofá con ellos a charlar. Nos apoyamos y animamos unos a otros, al fin y al cabo todos tenemos días mejores y peores, y no siempre es fácil, pero para eso están los compañeros.

No faltan los buenos momentos de risas, charlas... y también procuro aprovechar los ratos libres para hacer deporte, por suerte los días que me da más pereza siempre hay quien tira de mí. Los echaré de menos cuando me vaya de aquí.

Y que decir de mi equipo de la Radio, no podría estar más orgulloso de ellos. Siempre, intentando sacar todo el trabajo adelante: averías inesperadas, el intenso adiestramiento, mantenimiento de los equipos... aquí no se para. Me ponen las cosas muy fáciles como jefe, no necesito pedirles en los peores momentos un plus de esfuerzo porque ellos siempre están ahí, no los cambiaría por nada del mundo. Si pudiera me los llevaría a mi próximo destino con los ojos cerrados. Todo lo que hago aquí es por y para ellos, intento siempre animarles y que se sientan a gusto en el destino, al fin y al cabo como Suboficial del destino son mi responsabilidad. Y si algo tengo claro es que sin ellos nada sería posible.

Queda menos para llegar a casa y conocer al pequeño Jose Luis, mi primer sobrino y ahijado. Un nuevo integrante en la familia siempre trae alegría, y hay que celebrar todo lo bueno, y disfrutar todos los momentos juntos.

Ya vemos por la proa mi querida España, si es que digan lo que digan, cómo aquí no se vive en ningún lado. En nada estoy ahí en casa disfrutando de unos días de descanso con vosotros y dando guerra. Como vosotros me inculcasteis desde siempre: humildad, honradez y trabajo.Un abrazo enorme, y aunque nunca os lo diga, os quiero.

Iván Rodríguez Vicente

Buenos días, soy Ángel Iglesias Ortega, sargento artillero del BAC Cantabria. Para comenzar voy a mencionar al equipo que conformamos el destino de artillería, empezando por el oficial Gonzalo García de Paredes, mi compañero suboficial Jose Vélez, y los marineros Marcos Miguelez, Ana Cue, Alejandro González, Francisco Moreno y Pedro Garrote, ya que gracias a ellos todas las tareas que realizamos salen con un resultado positivo y de manera profesional y eficaz

Las principales funciones que desempeño como artillero a bordo del buque, son el mantenimiento del armamento, la realización de ejercicios de tiro en la mar y todo lo referente a seguridad física de la dotación del buque.

Ya llevamos algo más de un mes de misión, y os voy a contar como sería un día bordo en la mar, aunque he de decir que aquí cada día es un mundo. Monto vigilancias en el CIC (Centro de Información y Combate), las vigilancias son de 6 horas y nos encargamos de la realización y recepción de mensajes diarios de diferentes ejercicios que hacemos a bordo, vigilancia activa a través de sensores para detectar por cualquier incidencia que pudiese surgir, entre otras funciones de mantenimiento y administrativas.

Entre los ejercicios que realizamos los artilleros, sin duda los más destacables son los de tiro en cubierta con armamento portátil para toda la dotación, contra blancos a la deriva, y preparación de tiros más específicos para el Trozo de Visita y Registro, como funciones más específicas del destino

Después de la vigilancia y los trabajos diarios, tenemos un periodo de tiempo para descansar, comer y tener algo de tiempo para nuestros hobbies, en mi caso la práctica de deporte, lo que es posible ya que contamos con un amplio gimnasio y pasillos para la realizar diferentes circuitos y ejercicios.

Para finalizar, quería agradecer a esas personas que nos esperan en nuestros hogares y nos reciben con alegría después de meses fuera de casa, ya que para ellos tampoco es nada fácil dicha espera, por no decir que es más difícil.

¡Un fuerte abrazo!

Buenos días, soy el marinero Manuel B. Rodríguez Fernández y hoy pasamos otro día en la mar

Nos encontramos ante una nueva semana de nuestra singladura, con un nuevo puerto en el horizonte, y cerca del final de nuestra misión, continuamos con nuestra rutina diaria. En mi caso particular, después de un fin de semana, los diferentes destinos suelen solicitar un mayor número de material para sus quehaceres diarios, por lo que nos espera una mañana bastante movida en el destino de aprovisionamiento, que es al que pertenezco y nos encargamos de suministrar al resto del barco todo el material necesario para el funcionamiento de este pequeño pueblo flotante

Hacia la mitad de la mañana, una vez finalizado el trasiego de personal para relevar a sus vigilancias, normalmente realizamos algún tipo de ejercicio para continuar con nuestro adiestramiento. La verdad es que como todo buque de nuestra Armada, a estas alturas de nuestro despliegue nos compenetramos con soltura; y cada miembro de la dotación tiene claros sus cometidos en los diferentes ejercicios.

La comida siempre es un momento de disfrute en el ‘Cantabria’, ya que gozamos de calidad y cantidad. Normalmente aprovechamos para ponernos al día con compañeros de otros destinos, pues somos una familia y nos preocupamos como tal. Es verdad que las jornadas son largas, pero casi nunca perdonamos 1-2 h de deporte diario, más necesario por ese rato de desconexión que nos ofrece que por la pura necesidad física.

Un día más en la mar cumpliendo con nuestro cometido. Un día menos para sentir el calor de nuestras familias y amigos.

La seguridad de la navegación es uno de los pilares fundamentales en un buque de la Armada. Para asegurarla se hace uso del equipo de navegación, compuesto por varios miembros de la dotación.

Buenos días, soy el marinero lago Leira y soy de Pontedeume. Ahora mismo son las 03:18 de la madrugada y aunque sea una hora complicada encaro la vigilancia con mucha ilusión; ya que vamos a entrar en puerto después de varias singladuras en la mar.

Antes de relevar a mis compañeros nos reunimos la vigilancia entrante en el comedor de marinería para tomar un café acompañado de un refuerzo. Una vez acabado, vamos al puente a las 03:45 para relevar a los que salen de vigilancia, y tras realizar el correspondiente relevo, salen de guardia y se pueden ir a descansar antes de levantarse de nuevo para la entrada en puerto, el cual está previsto a las siete y media de la mañana.

La vigilancia de alba es una de las vigilancias más complicadas, puesto que tiene lugar en la madrugada, entre las 0400 y las 0800. Pero también tiene sus cosas positivas; podemos observar la salida del sol desde un sitio privilegiado en pleno mar.

La vigilancia está compuesta por 6 personas: el Oficial de Guardia en puente, que bajo las órdenes del Comandante de la Guardia es el encargado de llevar el buque durante su vigilancia según las órdenes escritas por el Sr. Comandante; auxiliado por el supervisor de puente que coordinara al timonel, cronista, operador táctico y serviola en sus cometidos para un eficaz funcionamiento de la guardia.

Durante esta vigilancia desarrollo funciones de Timonel, y me dedico a llevar el gobierno del buque; este puesto es de los más complicados ya que tenemos que estar pendientes del rumbo de una manera constante, y como es lógico, al ser por la noche, este puesto conlleva las complicaciones que uno se puede imaginar. Aun así, el tiempo pasa, y las luces que veíamos del puerto en el que próximamente vamos a atracar se van sustituyendo por los primeros rayos de Sol que va asomándose por Levante.

Poco antes de las 08:00, hora a la que tendríamos que estar relevados, se toca preparación del buque para entrar en puerto y se activa el equipo de navegación del puente, en el que todo el personal del destino de Puente acude al mismo para llevar a cabo la derrota y maniobra de entrada en puerto que habíamos preparado días atrás. El equipo de navegación está compuesto por el Oficial Ayudante de Derrota, el cual tiene la voz y dirige la navegación; él es aconsejado entre otras personas por un radarista que le da información de los contactos que tenemos alrededor (que en este caso soy yo). Mis compañeros que están en el equipo de navegación se encargan de situarse en la carta náutica, en la “ECDIS” (que es de un equipo donde se cargan cartas electrónicas y nos dan información de toda la costa). Por otra parte, otros compañeros se dedican a auxiliar en la Carta, mediante la toma de demoras, así como avisar de los contactos que haya por la zona de atraque. Realizando este trabajo en equipo podemos llevar una navegación segura y efectiva.

Aparentemente el trabajo de equipo de navegación es bastante comprometedor pero cuando lo haces con dedicación, todo sale bien. Ya estamos atracados en puerto, ahora tocará descansar un poco y disfrutar de la ciudad.

Buenos días, soy la marinero Clara María Conejos López de la especialidad Maniobra y Navegación. Es poco lo que llevo embarcada y todavía hay muchas cosas que son nuevas para mí. Nos encontramos navegando por el mar Mediterráneo, y esta es mi tercera navegación, las dos anteriores fueron de 10 y 5 días, respectivamente.

Hoy, mis compañeros y yo hemos desayunado todos juntos en el comedor de marinería, preparándonos bien para el día que nos espera. A las 08:00 finalizamos el desayuno y nos vamos inmediatamente a Manipulación de la Carga donde nos encontraremos con nuestros mandos, los cuales nos darán las directrices de cómo va a ser el día.

A primera hora de la mañana tenemos un Zafarrancho de Vuelo, el grupo activo sube al hangar para sacar el ‘helo’, en el cual me incluyo. Nos pertrechamos cada uno con nuestro correspondiente craneal, chaleco salvavidas y guantes, ayudamos al cabo primero a colocar el vehículo de remolque bajo el tren de cola del helicóptero y quitamos calzos y trincas. Con mucha atención, seguimos al helo de cerca con los calzos y las trincas en las manos hasta que se nos dice que el ‘helo’ está en el sitio en cubierta de vuelo, entonces colocamos calzos y trincas de nuevo, incluyendo las trincas de cola. Se retira el vehículo de dentro del hangar y nosotros nos disponemos a cerrar la puerta del mismo. A continuación viene un cabo primero de electricidad que se coloca delante del helicóptero y le hacemos llegar el cable de alimentación para que pueda abastecerlo. Una vez finaliza, estibamos el cable en el hangar.

Somos 4 marineros los que formamos el equipo de calzos y trincas, y nos situamos pegados a la puerta del hangar, lo más a estribor posible. Nos quedamos quietos esperando indicaciones del cabo primero; a su señal, dos de nosotros salimos a ayudar a desplegar las palas del helo, todo bajo la atenta mirada del supervisor de seguridad. Una vez nos lo indiquen, nos acercamos al helo por su través para quitarle calzos y trincas, una vez fuera mostramos con los brazos bien en alto que lo hemos retirado todo, el cabo primero indica al piloto del helo que ya puede despegar, entonces el helo se alza y comienza su vuelo. El equipo de calzos y trincas nos despertrechamos y volvemos a nuestros trabajos de cubierta hasta la voz de “Zafarrancho de Vuelo”.

Ayer en trabajos estuvimos quitando el óxido por la zona del Hospital y lo dejamos bien saneado, le dimos su correspondiente capa de minio, para que no se oxide con el salitre del mar, y hoy ya está todo listo para ser pintado con gris naval.

Han dado la voz de “Zafarrancho de Vuelo” y mis compañeros han subido a cubierta de vuelo, nosotros esta vez nos quedamos en Manipulación de la carga, nos colocamos nuestro chaleco salvavidas y casco, y nos dirigimos a alistar la embarcación de seguridad. Una vez preparada, nos despertrechamos y seguimos dando pintura color gris naval sobre el minio para dejar el barco como nuevo.

Finalizan trabajos y zafarrancho de vuelo y los compañeros quedamos para después de la ducha ir a ver una película tranquilamente en la camareta. A las 20:15 y tras haber cenado, mi grupo, que es el que está activo esta semana, tiene que hacer la ronda de estanqueidad. Hoy nos toca a Charlie y a mí, que la hacemos juntos por motivos de seguridad, revisamos que todas las luces de emergencia de los roscos salvavidas funcionen, que todas las compuertas que dan al exterior estén cerradas, que las luces de navegación del buque funcionan correctamente y que las puertas del hangar estén bien cerradas. Damos la novedad a puente y a uno de nuestros Contramaestres. Una vez finalizada la ronda, volvemos a la camareta donde nuestros compañeros nos están esperando para finalizar la película. Nos leemos la orden del día siguiente y ya suelen ser horas más o menos de acostarse pues hay que reponer fuerzas para mañana.

Buenos días, soy el marinero Francisco Moreno Espada. Llevo un año en el barco y pertenezco al servicio de Sistema de Combate, para ser más exacto, al destino de artillería.

Normalmente, cuando las vigilancias me lo permiten, me levanto a 06:00 y hago deporte una hora aproximadamente, ya que me ayuda a empezar el día algo más activo. Luego, desayuno con algunos de mis compañeros y a las 08:00 entramos de vigilancia en el Centro de Información y Combate, donde pasamos la mañana con trabajos de mantenimiento o realizando ejercicios con las otras unidades con las que estemos navegando. Al acabar, a las 14:00 tomamos el almuerzo, donde intento cuidar mi dieta lo máximo posible.

Por la tarde, sobre las 16:30 hago labores relacionadas con mi destino de armas, como preparar ejercicios de tiro o mantener el armamento mediante limpiezas y cuidados. Al acabar suelo pasar algo de tiempo libre con mis compañeros. Al pasar tanto tiempo con ellos tenemos bastante buena relación, lo que ayuda a que la estancia en el barco sea más amena.

Para acabar el día, y antes de descansar, me gusta dedicar algo de tiempo a ver alguna serie o película, ya que me ayuda a desconectar. También antes de dormir me gusta hablar algo con mi familia y mi pareja, ya que al estar tan lejos a veces se hace un poco duro, y oír sus voces ayuda a que se les añore un poco menos.

En definitiva, la vida a bordo está siendo bastante amena y la navegación está pasando relativamente rápido.

Buenos días,

Soy el marinero Juan Antonio Bey, destinado en la Quinta Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de Rota. Actualmente me encuentro a bordo del BAC ‘Cantabria’ como parte de la UNAEMB (Unidad Aérea Embarcada) compuesta por un helicóptero modelo SH3D y su personal; 14 integrantes, entre los que nos encontramos pilotos, dotaciones, mantenedores y un nadador de rescate. Nuestra misión consiste en poner a servicio del barco las capacidades del Sea King tales como la realización de misiones SAR (Search And Rescue), evacuaciones de bajas, transporte de personal y/o material.

Yo, en concreto, me encargo de todo lo relacionado con la cartografía y las operaciones de la aeronave. Cada vez que se realiza un vuelo, hay siempre una serie de documentos que hay que crear, clasificar y mantener actualizados. Además, siempre que hay algún tipo de ejercicio (por ejemplo, si se hace una toma en otro buque) hay que buscar en base a qué documentos está respaldado. Otra más de mis obligaciones es la de tener preparada la cartografía de la zona cercana a la del buque para que, en caso de que haga falta llevar el helicóptero a tierra firme (por ejemplo, porque alguien necesite desembarcar), la dotación tenga toda la información del terreno.

Tras esta pequeña presentación, les contaré cómo ha sido el día junto a la UNAEMB en el ‘Cantabria’.

Comenzamos la mañana tomando el desayuno a las 07:00. Justo después, subimos al hangar para sacar la aeronave a la cubierta de vuelo, ya que teníamos que lavarlo tal y como hacemos cada 14 días. Tras dejarlo limpio, tuvimos que volver a meter el helicóptero en el hangar para pasar la diaria (así es como llamamos a las revisiones que se le hacen cada vez que hay vuelo o lavado). Tras finalizar todo, sobre las 12:30 y en mi caso, fui al gimnasio para hacer deporte con mis compañeros. Sobre las 13:30 ya habíamos terminado y fuimos a almorzar.

Por la tarde, en el horario de trabajos, llevamos a cabo distintas tareas: Si hay que preparar una configuración del interior del helicóptero distinta para el día siguiente, la dejamos preparada. Si hay vuelo, tenemos que sacar el helicóptero, prepararlo para el arranque y a la vuelta, repostarlo, pasar su revisión y en mi caso, clasificar toda la documentación relativa al vuelo. En caso de que haya tiempo libre, compruebo la documentación que llevamos acumulada de la misión para asegurarme de que todo está correcto y que no necesitamos pedir algún tipo de información, además aprovecho el tiempo libre para estudiar.

Tras la reunión que se hace para preparar las operaciones del día siguiente, se realiza la previsión de vuelo y se reparte entre los distintos destinos para que todo el que necesita saberlo, quede enterado. Después de repartir la previsión de vuelo, toca ir a cenar, sobre las 20:00. A las 21:00, compruebo si hay mensajes en el correo militar y, en caso contrario, voy a la camareta a pasar un rato con mis compañeros y luego a dormir, hasta el día siguiente...

Buenas noches.

Comienza un nuevo turno a bordo del BAC ‘Cantabria’, soy el marinero Daniel Suárez Castro de la brigada de energía y propulsión, y quiero contarles mi día a bordo.

Hoy mi día comienza a las 7 de la mañana, me levanto y voy a por un buen desayuno para empezar mi largo pero reconfortante día de trabajo. A las 8:30 comienzan trabajos y me dirijo a mi destino para ver que tareas tenemos para hoy. Sin darme cuenta ya son las 10:45 y me toca relevar a mis compañeros en la cámara de control, comienza mi vigilancia.

Dentro de mis vigilancias reviso multitud de detalles. Me aseguro de que el nivel de aceite de los motores sea el adecuado y que no exista ningún tipo de pérdida o fuga en los diferentes equipos. Es un trabajo muy sacrificado, pero gracias a valores como la disciplina, el compañerismo, sacrificio y constancia, podemos afrontar con las garantías suficientes y sabiendo que llegaremos de vuelta a casa con la satisfacción del trabajo bien hecho. Aunque parezca mentira los días que mejor se pasa la vigilancia son los que surge algún trabajo imprevisto, pues el romper la rutina de las comprobaciones hace que el tiempo parezca pasar más rápido, hoy ha sido uno de esos días y cuando me he dado cuenta ya eran las 13:45 y me han relevado. ¡Ya es la hora de comer!

Después de la comida tengo un tiempo libre antes de reanudar los trabajos a las 16:30, que intento aprovechar para hacer algo de deporte y mantenerme en forma durante estos meses.

A las 16:30 comienzan trabajos y nos han llamado de cocina que no les funciona la freidora, así que me dirijo a cocina junto con mis cabos primeros para ver de qué se trata. Son las 17:30 ya hemos conseguido reparar la avería y finalizan trabajos. Ahora intentaré descansar un poco para llegar con las pilas cargadas a mi vigilancia de las 00:00. Después de unas rondas y alguna que otra risa con mi compañero son las 4:00 y acabo de salir de vigilancia, me pasaré a comer el refuerzo en el comedor e iré a dormir unas horas.

En un rato será otro día y seguirá habiendo motores que revisar, pero la vigilancia que me toca por la noche me permitirá dormir más y podré aprovechar algún rato libre para mi.

Buenos días.

Soy la teniente médico, Ana Mª Jaramillo, destinada en la Jefatura de Apoyo Sanitario de Ferrol, y actualmente comisionada en el BAC CANTABRIA que está desplegado en el Mediterráneo.

El servicio de sanidad del buque está compuesto por dos enfermeros pertenecientes a su dotación, un capitán y una teniente, auxiliados por un sanitario. Además para una operación como la actual este servicio se ve reforzado por un odontólogo, en este caso un capitán y una médico, que soy yo.

Para urgencias, obviamente, estamos disponibles las 24 horas los 7 días de la semana, si bien el horario de la consulta médica para patologías normales es de lunes a viernes es de 09:00 a 11:00 y de 16:30 a 18:00, siendo las consultas médicas más frecuentes por procesos catarrales, lumbalgias, torticolis, amigdalitis,... En caso de cuadros médicos más complejos, o necesitar el auxilio de un especialista, existe la posibilidad de realizar consulta por telemedicina, y así conseguir una orientación, o debatir las posibles alternativas al cuadro que presente el paciente.

El hospital está compuesto por; una sala de triaje, ocho camas con posibilidad de usar cuatro como cuidados intensivos, y un quirófano, además de contar con servicios auxiliares como puede ser la farmacia o una sala de rayos X. Y por otro lado la consulta médica y el gabinete odontológico. Desde estas instalaciones, o bien en puestos concretos, apoyamos al resto de la dotación en zafarranchos de combate o vuelo, aprovisionamientos, hombres al agua, ejercicios de tiro, etc., garantizando que siempre tengan el apoyo sanitario necesario de la manera más rápida posible.

En este despliegue, junto con el personal de la unidad aérea embarcada, hemos realizado la medicalización del helicóptero, lo que nos permitiría una aéreo-evacuación para pacientes que precisen ir monitorizados. Por otro lado se realizó a bordo un ejercicio de bajas masivas, lo que implica a gran parte de la dotación que deben realizar la evacuación de heridos de la forma más rápida posible manteniendo en todo momento el trato adecuado para el herido, y eso en el poco espacio que ofrece un barco es complicado y necesita un adecuado adiestramiento. En este tipo de ejercicios es también importantísimo un adecuado triaje de las víctimas, para poder dar la atención adecuada y conseguir el menor número de bajas posibles con una correcta gestión de los recursos disponibles.

Obviamente, también hay tiempo para el ocio (leer, deporte, descansar o ver una película...). El ocio grupal da lugar a hablar con el resto de la dotación y compartir vivencias y momentos de desconexión, dando lugar a una bonita unión y sentimiento de familia que ayuda a llevar el tiempo que pasamos en la mar. Ya llevábamos casi un mes navegando, y se echa de menos a la familia, por eso es importante mantener la moral viva y el hablar con la gente, para sentirse acompañado y escuchado añorando nuestra casa, pero mientras, la experiencia continúa.

Buenos días desde la mar

Les escribo tratando desde este espacio de vida a bordo de trasmitirles mi perspectiva del día a día del buque que a lo largo de este mes y el próximo se encuentra desplegado en el Mediterráneo.

Soy el teniente de intendencia Julián Valderrama Sánchez y mi aportación como la del resto de mis compañeros en el buque es polivalente. La principal tarea de los miembros del cuerpo de Intendencia embarcados es la gestión de los recursos económicos, pero además nos encargamos de todas aquellos servicios generales que permiten que las 180 personas entre dotación, fuerza embarcada y unidad aérea puedan desempeñar sus funciones con calidad de vida. Véase la gestión de la habitabilidad, víveres, aprovisionamiento material y su logística, teniendo siempre en cuenta que nuestra ‘oficina” tiene que llevar a bordo cuando zarpa de puerto todas las necesidades previstas que puedan surgir a futuro.

El “Cantabria” cuenta con tres Oficiales de Intendencia, el capitán o ‘habilitado’ como comúnmente se le denomina a bordo y dos tenientes. Uno se encarga del área de gestión económica y el otro de la de aprovisionamiento. En mi caso, mi principal función es la de ejercer como oficial de Aprovisionamiento. Ello implica la previsión, adquisición, seguimiento y administración de todas las necesidades de material que el segundo buque más grande de la Armada tenga. Así como su distribución entre los servicios en que se divide el buque para cubrir las necesidades de manera que se garantice la operatividad y disponibilidad permanente. Otra de las actividades que desarrollo es la de Oficial Controlador de Helicópteros o HCO por sus siglas en inglés. Participando como responsable de que las operaciones con helicópteros del buque se realicen de manera fluida, con la debida coordinación entre el personal involucrado y del cumplimiento de los requisitos de seguridad establecidos por protocolo.

En definitiva, la vida en la Armada y a bordo del ‘Cantabria’ como oficial de Intendencia ofrece una oportunidad de poder disfrutar de vivencias únicas, es versátil y requiere de constante instrucción y adiestramiento tanto por mí por parte, como la de los demás miembros de la dotación. Teniendo siempre en mente que nuestra mayor preparación es vuestra mayor seguridad y nuestro cometido, con el orgullo que representar a España.

Por supuesto todos echamos de menos a nuestros familiares y amigos, pero estamos concienciados de mantener el buen ambiente y espíritu de equipo entre nosotros, con gran cantidad de actividades de ocio y deporte para establecer una rutina que lo haga más llevadero. Deviniendo todo ello en un grupo de hombres y mujeres cohesionados que se convierte en una gran familia.

Espero hayan disfrutado de mi punto de vista de la vida a bordo, pero aún queda un lago trayecto y muchas experiencias hasta que estemos de vuelta en nuestra base de Ferrol.