Desde las estrellas,
con las velas al viento
marinos de España,
navegando a barlovento.
Nos recuerdan otros mares,
que surcaron sin miedo,
ellos dejaron su huella,
ellos cumplieron con celo.
Su rumbo, sirva de guía,
que nos lleve mar adentro,
que su vida, día a día,
nos deje su amor y aliento.
Al sublime cumplimiento
de la entrega a los demás,
no se dejaron atrás,
su alma y su sentimiento.
¡Qué los barcos rompan el silencio
de la noche en su homenaje!
Por aquellos que en fatal oleaje,
su vida dieron en precio.