La Escuela de Guerra Naval, primer y principal centro de creación de doctrina naval desde que se instauró por decreto del Rey Alfonso XIII de 25 de mayo de 1925, siendo presidente interino del Directorio el Vicealmirante Magaz y Subsecretario de Marina, el Vicealmirante Cornejo, tiene como misión colaborar con el Estado Mayor de la Armada en la creación y mantenimiento de la doctrina, la difusión entre los oficiales de la Armada de los conocimientos correspondientes a la Guerra Naval en sus diferentes aspectos, y, sustancialmente, formar a los que han de integrar los órganos de mando de la Armada.
Objetivos los tres, recogidos en el decreto fundacional y que se mantuvieron inalterables, si bien, las líneas de enseñanza, se fueron adaptando a la evolución de los medios bélicos y nuevas teorías fruto de la realidad de cada época.
Con su instauración, el estudio de los principios del Arte de la Guerra dejó de ser una labor especulativa, esporádica y fragmentaria, de carácter autodidacta, pasando a ser una tarea colectiva, conducente a la creación de una doctrina naval y a la formación de oficiales de la Armada capacitándolos para la resolución de las cuestiones navales más complejas y de mayor trascendencia.
El 7 de octubre de 1925, el Rey, Alfonso XIII, declaraba abierto el curso académico en la que fue la primera sede de la Institución; un modesto hotelito del barrio de Argüelles en la calle Quintana nº. 4.
La dependencia y relación directa con el Estado Mayor de la Armada (EMA) sería la razón principal de su establecimiento en Madrid. De hecho, más que por su actividad docente, serán sus funciones de apoyo al EMA, asesoramiento, estudio y análisis de cuestiones de interés, especialmente en el ámbito estratégico y orgánico, las que determinaron que la Escuela de Guerra Naval, entre todas las Escuelas y Centros de Adiestramiento de la Armada, permaneciera a las órdenes inmediatas y bajo la inspección directa del Jefe de Estado Mayor de la Armada.
Su primer director fue el Capitán de Navío don Salvador Carvia Caravaca que, junto al Capitán de Corbeta don Enrique Pérez Fernández-Chao, había sido comisionado para realizar los estudios preparatorios y elevar la propuesta para su creación.
El primer claustro de profesores quedó constituido por el Capitán de Fragata Miguel Mier del Río, a su vez subdirector, los Capitanes de Corbeta Enrique Pérez Fernández-Chao y Francisco Moreno Fernández, y un civil, D. Pedro Nolasco Spencer Heyworth, como profesor de inglés; trasladada, en los albores de la República, a la calle Ferraz, pasó poco después a la tercera planta del entonces Ministerio de Marina.
Su reducida plantilla, auxiliada por escaso personal de los cuerpos de suboficiales y administrativo, que apenas fue ampliada en los años que siguieron hasta la guerra civil, acometió, sin embargo, una ardua e importante tarea con satisfactorios resultados ya en esa primera época de funcionamiento.
Después que cerró sus puertas en julio de 1936, se procedió a su reapertura en 1944, en el paseo de la Castellana nº 38, en un palacete casi frontero a la sede madrileña del ABC, hasta que años después, en diciembre de 1959, con vistas a su necesaria ampliación, se ubicó en Chamartín de la Rosa, concretamente en la avenida de Burgos 6.
Desde su reapertura, su potencial en personal, material e instalaciones, se vio ampliamente reforzado, así como sus actividades, cubiertas por un claustro de profesores que, a las órdenes del Almirante-Director, pudieron dar respuesta a las nuevas necesidades que exigía la continua evolución del ejercicio de la docencia.
En la Escuela se impartieron fundamentalmente dos cursos: el de Guerra Naval, para jefes y oficiales del Cuerpo General de la Armada e Infantería de Marina, y el de Información o Mando Superior (en sus distintas denominaciones) para ascenso al almirantazgo y generalato. La duración del primero ha oscilado, según la época, entre uno y dos años, y a él han asistido también miembros de marinas amigas y aliadas, con notable predominio de las pertenecientes a repúblicas latinoamericanas.
La actividad docente estaba repartida entre las conferencias expuestas por profesores titulares de la Escuela, conferencias especiales dadas por reconocidas personalidades ajenas a ella, ejercicios prácticos de documentación y planeamiento, viajes de prácticas y asistencia a ejercicios de la Flota, así como ejercicios en el Juego de la Guerra, primer simulador naval de nivel operativo y táctico existente en España y de los primeros de Europa, en cuyas cabinas, que representaban con gran fidelidad el Centro de Información y Combate de los buques de la Armada, se reproducían los planeamientos y ejercicios desarrollados a lo largo del curso, hasta llegar al enfrentamiento de las diversas partes representadas en los planteamientos de las operaciones navales, las cuales, eran sometidas a un riguroso juicio crítico en la sala de proyección del propio juego.
Todo ello, estructurado en dos periodos, el primero de carácter teórico y el segundo de aplicación de conocimientos adquiridos, distribuido en ciclos monográficos.
En cuanto al Curso de Mando Superior, su duración osciló en torno a los tres meses, y a él concurrieron durante la primera época Capitanes de Navío y Capitanes de Fragata, incluida una nutrida representación de Almirantes en los inicios de la década de 1960, limitándose, durante los casi cuarenta últimos años, a Capitanes de Navío y Coroneles de Infantería de Marina; también, desde 1961, asistió regularmente a cada curso un representante del Cuerpo Diplomático.
El Curso constituía una síntesis informativa acerca de las modernas orientaciones de la Guerra Naval, en sus aspectos primordiales: Táctica, Estrategia, Organización y Logística, materias principales, también en el Curso de Guerra Naval, que se ampliaban en diferentes ciclos con temas de Derecho Internacional, Economía, Estrategia mundial, nacional y militar...y otras cuestiones ligadas a la Guerra Naval, fundamentalmente referidas a la situación mundial y Defensa Nacional, desarrolladas por autoridades ajenas al Centro.
En ambos cursos se prodigaron alumnos y concurrentes de los Ejércitos, de la misma manera que desde la fundación del Centro se producía intercambio de profesores entre sus Escuelas Superiores, primero con la del Ejército de Tierra y más adelante, desde su creación en 1939, con la del Ejército del Aire.
Otros cursos informativos o de capacitación, permanentes o no, incluso dirigidos a personal civil en el caso de los cursos orientados a profesionales de la información, se han realizado en la Escuela siempre que así lo consideró necesario el Jefe del Estado Mayor de la Armada, o a propuesta del Almirante-Director.
Como actividad fundamental del Centro, los profesores y alumnos, en su calidad de miembros del EMA, debían auxiliar en todos los asuntos que estimara conveniente su Almirante-Jefe. En ese orden, la Escuela ha intervenido, colaborado, y gestado numerosos proyectos de considerable peso en la Armada.
Por las aulas de la Escuela han pasado notables figuras de la Armada española y de numerosas marinas, muchas de las cuales han llegado a ocupar los más altos cargos en sus respectivos países. Sería interminable la lista de ilustres marinos y personalidades civiles de Universidades u otras entidades que han coadyuvado a fundamentar los conocimientos en las principales materias.
Entre los mandos militares es fácil recordar a los ya desaparecidos, los Almirantes don Francisco Moreno, don Luis Carrero Blanco o don Pablo Suanzes Jáudenes, y entre los personajes del exterior, a don Francisco Olesa Muñido, don Gonzalo Torrente Ballester o Antonio Rumeu de Armas.
El 25 de junio de 1999, se clausuraba en el Aula Magna de la Escuela el último curso impartido de Guerra Naval. La clausura fue presidida por S.M. el Rey D. Juan Carlos I, como así lo venía haciendo de forma ininterrumpida desde el año 1972, entonces Príncipe de España.
Con el acto de fin de curso de la promoción XLVI de Diplomados de Guerra Naval se cerró la extraordinaria labor docente de casi 75 años de historia del que ha sido principal centro de creación, mantenimiento y difusión de doctrina naval.
En vez de este Curso de Altos Estudios Militares, y en orden a la evolución histórica de acuerdo a las expectativas que se venían gestando en los años anteriores, se creó el Curso de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, curso conjunto de Estado Mayor al que concurren en la actualidad los miembros de los Ejércitos y de la Armada y que sustituye tanto a este de Guerra Naval como a los correspondientes de Estado Mayor de los otros Ejércitos y de la Guardia Civil.
Desde entonces, y guardando la misma denominación de Escuela de Guerra Naval, quedó esta como organismo dependiente de la Dirección de Enseñanza Naval y encuadrado en la Jefatura de Personal de la Armada.
Se incluyó en ella el Centro de Pensamiento Naval y se siguieron impartiendo los cursos de ascensos estableciéndose otros cursos y seminarios de nuevas aptitudes, como la de Recursos Humanos, (O.M. 82/2000 de 24 de marzo).