Vida a bordo

Comienza una nueva singladura navegando en demanda de Punta Arenas.

Algunos más descansados que otros, nos disponemos a comenzar de nuevo con la demandante rutina de los días de mar. Durante la mañana hemos tenido clases, entre ellas deporte, donde por vigilancias hemos puesto a prueba nuestra coordinación, fuerza y trabajo en equipo realizando un breve torneo del clásico juego del tira-soga, en la que la quinta y sépima vigilancias se han alzado con la victoria.

Por la tarde, se ha tocado maniobra general para dar velas, quedando con un aparejo de velacho alto con foques alternos, y posteriomente se han realizado dos nuevas viradas de adiestramiento por parte de nuestros compañeros Rubén García y Alberto Lorca. Tras la retirada de maniobra general, muchos han optado por hacer deporte y quemar así los excesos de los homenajes gastronómicos que nos hemos dado en Argentina.

Después de la cena asistimos como de costumbre al concierto de nuestra querida banda de música. Para muchos la mejor manera de terminar el día, y una forma de motivarnos y hacer más ameno el día a día.

Termino este diario a bordo, despidiéndome antes de mi familia. Les mando a todos un beso enorme, y que sepan que, aunque por una parte no quisiera que que este viaje terminara nunca, por otro lado tacho los días en el calendario para volver a abrazarlos de nuevo. Os quiero y os echo mucho de menos.

Finalizar rogando a nuestra Patrona la Virgen del Carmen para que nos traiga buena mar y vientos de popa que nos ayuden a afrontar exitosamente los retos que nos asoman por la proa.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Ferrer Moreno.

Comienza un nuevo día atracados en Buenos Aires.

Entre algun lamento que otro, la dotación se dispone a regresar al barco. Se realizan los últimos preparativos antes de la salida a la mar al tiempo que recordamos lo mucho que hemos disfrutado este puerto.

A las 1200, dejamos el puerto de Buenos Aires despedidos por la Armada Argentina, familiares y por la gente de la ciudad. Después, aprovechamos las últimas rayas de cobertura para hacer una última llamada para compartir los buenos momentos de este puerto y otros para despedirse de los amigos que han hecho estos días.

Después de la comida, que para nostalgia de algunos no eran ni empanadas argentinas, ni el asado argentino y sus diferentes cortes de carne, la gran mayoría decidió echarse una siesta ya que para poder aprovechar al máximo la estancia en puerto, hemos tenido que sacrificar alugna que otra hora de sueño. Una vez recuperada la energía, volvemos a la rutina y nos mentalizamos para una nueva travesía, que al igual que la anterior, será de poco más de una semana, y en la que a pesar de su corta duración, seguiremos instruyéndonos tanto o más como en la más larga.

Me despido, no sin antes agradecer lo bien que nos han tratado los argentinos, haciendo a más de uno querer volver por su cuenta. Y por último saludar a mi familia, que echo mucho de menos y que ahora falta un puerto menos para volver a ver.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Francisco Carrasco García-Almenta.

Comienza un nuevo día navegando en demanda de Buenos Aires.

El día amanece con cielos despejados y emergiendo del horizonte siluetas de lo que es ya costa argentina. Lo que nos da una gran motivación para afrontar el día que nos espera.

Empezamos la mañana con clases del CUD y con la realización de un examen de una asignatura militar, lo que significa para muchos un peso menos que llevar en la mochila. Continuamos la mañana con una magnífica clase de deporte en cubierta para además de seguir cogiendo un poco de color, bajar esa riquísima fideuá que comimos ayer. A media mañana embarcan los prácticos que nos ayudarán a entrar en el Río de la Plata debido a que es una zona muy transitada por buques mercantes y donde los canales navegables son estrechos.

Después de la comida, llega la decisión más importante. Algunos optan por una merecida siesta después de una atareada guardia, otros prefieren salir a cubierta para disfrutar de la brisa marina al tiempo que leen, charlan o hacen deporte.

A las 1600 realizamos el aferrado de puerto de las velas, tarea que precisa de mucho trabajo en equipo, esto nos mantuvo ocupados casi toda la tarde hasta la retirada de trabajos, dónde ya comenzó nuestro tiempo libre. Muchos aprovechamos para organizar la estancia en puerto y así disfrutar de Argentina al máximo y así seguir sumando muchas más experiencias que escribir en los libros de nuestras vidas.

Me despido, no sin antes mandar un fuerte abrazo a mi familia, a la que echo mucho de menos y de la que estoy deseoso de compartir estas nuevas páginas que se irán escribiendo a lo largo de mi viaje.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Francisco Carrasco García-Almenta.

Comienza un nuevo día navegando en demanda de Buenos Aires.

Nos aproximamos poco a poco al segundo puerto internacional de nuestra singular aventura. Cada vez va oliendo más cerca el solomillo de ternera que nos espera en Argentina y muchos son los que están concertando cita con él cerca de un asador. Sin embargo, otros prefieren reservarse plaza en los campos de fútbol, para ver cómo lo viven los ganadores del mundial de este año.

El día amanece y solo una minoría es la que prefiere quedarse durmiendo en la cama hasta la hora de diana; los responsables son nada más ni nada menos que un buen desayuno de churros recién hechos con chocolate. Algunos valientes incluso renuncian a ellos para comenzar la jornada haciendo deporte… tiene que haber de todo en este mundo.

A media mañana se nos convoca al concierto de los domingos. La temática ha sido de pasos dobles y marchas militares, por suerte en este caso no hacía falta desfilarlas.

Como primera y última en este tránsito, se ha celebrado la tradicional comida de los domingos en cubierta. Toda la dotación, desde el marinero al comandante, comparte un ameno rato en el que degustar fideuá y patatas aliñadas. Los cabos primeros, anfitriones en esta ocasión, lo habrán tenido “fácil” cocinando por primera vez para casi tres centenares de personas.

Estas veinticuatro horas terminan, para los afortunados de montar guardia nocturna, con el espectáculo de recalar (por fin aprendemos a usar esta palabra) la costa uruguaya bajo una luna casi llena.

Por útimo, queremos dar recuerdos a nuestros seres queridos, a los que la diferencia horaria actual no les pone nada fácil recibir noticias sobre nuestro viaje. Pero para eso estoy yo aquí escribiéndoles. “Aleatoriamente” mando especiales recuerdos a los progenitores que se llamen Javier y Susana. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Miguel Álvarez Sanchís.

Comienza un nuevo día navegando en demanda de Buenos Aires.

En la etapa final de este tránsito, ya van saliendo horarios de visitas a los distintos sitios de interés de la zona, Barrio de San Telmo, Palermo, estadios de fútbol tanto de Boca Juniors como de River Plate y también comienzan las listas interminables para reservar en algún asador donde ponernos hasta arriba de carne.

El día de hoy comenzó con un buen desayuno, huevos revueltos con salchichas, amenizado por la “gustosa” sinfonía de gaitas con la que nos ha deleitado nuestro compañero, apodado El Guiri. Tras el desayuno hemos tenido clase de Logística (clase de repaso para el examen que YA tenemos estudiado). A continuación, nuestros compañeros han expuesto la recalada de Buenos Aires, la conferencia cultural y también la de seguridad.

En cuanto al menú de hoy, de comer hemos tenido arroz negro y chuleta con patatas y para la cena desde cocina nos han sorprendido con una comida cuanto menos inesperada, de primero salchipapa y de segundo hamburguesa completa.

Por la tarde tocaba “repasar” para el examen y aquellos que “mejor” lo llevaban han podido disfrutar de una soberana siesta.

Dar gracias al equipo de radio que nos han podido transmitir la clasificación del NANO en el gran premio de Bahrein devolviendonos esa ilusión que tanto que recordábamos los fanáticos de la F1.

Finaliza el día con cierta bajada de temperaturas pero sin chubascos aparentes, va siendo hora de arroparse, aunque sea con las sábanas sólo.

Me despido de este vida a bordo no sin antes mandar un fuerte abrazo a todos los padres que nos leen día sí y día también. También un gran beso a todas las novias que a pesar de la diferencia horaria que hay, nos responden a los mensajes como buenamente pueden hasta avanzadas horas de la noche en España, sois las mejores, en especial la mía, te quiero mucho Beatriz.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Alejandro Gordillo Herranz.

Comienza un nuevo día de navegación en demanda de nuestro siguiente puerto, Buenos Aires. Continuamos este tránsito con las ganas y la ilusión de cada día y rememorando aún alguna de las muchas historias que acontecieron en Río de Janeiro, centrados en aprovechar al máximo esta navegación pero teniendo también la mirada puesta en el siguiente puerto de nuestro crucero.

Entrando en el ecuador del tránsito, ya se comienza a notar la ilusión en la dotación y empiezan las reuniones de los guardiamarinas para organizar los planes y los sitios a visitar. De entre todos los planes que se han ido escuchando, destacaría la visita a los grandes estadios de la ciudad, ya que por todos es conocida la gran rivalidad entre River y Boca y la calurosa forma de vivir el fútbol de los argentinos, aunque tras vivir grandes noches en el Benito Villamarín, no sé si me podrán sorprender.

El día de hoy comienza como otro día cualquiera, con música en el desayuno de los guardiamarinas y con algún que otro rezagado a la hora de despertarse. Tras esto comienza un día normal de clases con laboratorio de Mecánica de Fluidos, seguido de un examen de Derecho Marítimo y diferentes clases de asignaturas militares tales como Meteorología, Navegación y Maniobra. La comida de hoy, la propia de vigilia, potaje y salmón con puré de patatas.

Por la tarde se toca maniobra general, continuando con las viradas de adiestramiento de los guardiamarinas y un posterior cargado del aparejo dado. Se realizaron un total de 6 viradas, siendo ya un total de 20 de 74 los guardiamarinas que han virado el buque.

Nuestro día finaliza con cielos cubiertos y algún chubasco, lo que llevó a la cancelación de la película en cubierta prevista, que fue sustituida por innumerables partidas de mus y FIFA en la cámara de guardiamarinas.

Me despido no sin antes mandar un abrazo a mi familia, en especial a mi padre, que me hizo bético, así como a mi novia, Almudena, por su apoyo incondicional. Me encomiendo también a la Virgen del Carmen para que nos proteja y guíe y nos lleve sanos y salvos a nuestro siguiente puerto y cuide de nuestros familiares.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Antonio Guerrero Vázquez.

Amanece un nuevo día en el Atlántico Sur con mucha motivación y ganas de un nuevo día en la mar, a pesar de recientemente haber partido de Río de Janeiro, ya tenemos en mente el próximo puerto de Buenos Aires puesto que nos encontramos con una navegación de apenas unos 8 días en la que no cesan los preparativos, conferencias y exámenes previos de entrada en puerto. Tras mucho calor y samba en Rio de Janeiro nos encontramos impacientes de lo que nos queda por vivir, disfrutar y conocer en Argentina.

Para muchos de nosotros empieza la singladura desde bien temprano, ya sea por guardia, observaciones de estrellas, recaladas de navegación o por un repaso de derecho marítimo. La mañana se desarrolló de forma habitual, con diferentes clases del CUD, meteorología, maniobra, y deporte con el comandante de brigada en toldilla para aumentar nuestra condición física aunque estemos en espacio reducido. La comida de hoy fue de las mejores que recuerdo desde que estoy embarcado, esta constaba de tortellinis con tomate y jamón de primero, y de segundo filete de ternera con patatas.

Por la tarde, a las 1600, se toca maniobra general para ya con parte del aparejo dado continuar con la instrucción de los guardiamarinas con las voces, maniobra y procedimiento de viradas por redondo, se realizaron un total de 6 viradas. Ya son un total de 14 de 74 GGMM que han virado, por lo tanto quedan nada más y nada menos que un total de 60 viradas.

El día finaliza con un concierto de jueves de nuestra excelente banda de música y con muchos de los guardiamarinas dando el último repaso al examen de derecho marítimo y dando los últimos retoques a las diversas conferencias programadas para el fin de semana.

Me despido no sin antes enviar un fuerte abrazo y un beso a mi familia que a pesar de haber perdido el móvil en el anterior puerto y de que hoy haya pérdido mi Real Madrid sigo con la ilusión intacta y con muchas ganas de la vuelta de Fernando Alonso este fin de semana y de recalar en Buenos Aires el próximo miércoles.¡Hasta la proxima!

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Raúl Urbano Burrel.

Amanece un día más cargado de mucha ilusión, aunue con un poco de nostalgia al dejar por la popa a Rio de Janeiro, un puerto que sin duda alguna ha cumplido todas nuestras expectativas. Tras cinco días en puerto llenos de turisteo, tardes en las playa, fiesta y alguna que otra caipirinha, toca volver a nuestras obligaciones.

Para algunos de nosotros, unos por guardia y otros para baldear, el día comenzó a las 0400 de la mañana. La mañana se desarrolló de manera habitual, con diferentes clases y su habitual HIT de deporte a las 1000 para mantenernos en forma y no convertinos en lo famosamente conocido como “gordomarinas”. A las 1200 se celebró en cubierta un acto por el 486 aniversario de Infanteria de Marina, en cual se cantó tanto la Marcha Heroica como el Himno de la Armada. Gracias a dicho aniversario, la comida fue más especial de lo habital y nos pusieron diferentes frutas tipicas brasileñas de postre.

Por la tarde, a las 1600, se tocó maniobra general para izar los cangrejos y los velachos, y poder seguir así navegando a vela en demanda de nuestro próximo destino: BUENOS AIRES. Aprovechando que se había tocado maniobra general, y con el hecho de que cada uno de los GGMM tienen que hacer una virada (y somos 74), realizamos cuatro viradas. En cada una de ellas tomó la voz un guardiamarina. Con las cuatro viradas de ayer, se completa la lista de GGMM que han virado con un total de 8, por lo que tan solo quedan 66 viradas.

El día finaliza con un concierto de la maravillosa banda de música, en el cual pudimos celebrar el cumpleaños de dos de nuestros compañeros, Víctor Pedrero Martín y Alvaro Delgao Guevara.

Me despido de este vida a bordo mandando un fuerta abrazo a todas las familias y seres queridos, en especial a mis padres y mis hermanos.¡Hasta la proxima!

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Ángela Merello Pérez

Con aún resaca emocional por partir de tierras cariocas, amanece un nuevo día en la mar. A penas han pasado veinticuatro horas desde que dejamos por la popa Brasil y ya estamos pensando en el siguiente puerto: Buenos Aires. Ocho días son los previstos para llegar a territorio argentino y la cuenta atrás ya ha empezado.

A pesar de las ganas que tenemos por llegar, no nos podemos olvidar y despreocupar de las obligaciones que tenemos en estos intensos 8 días cargados de exámenes, guardias y observaciones. No hay mayor recompensa que pisar puerto extranjero sabiendo que has dejado los deberes hechos a bordo.

El día de hoy ha transcurrido de manera habitual; destacando la celebración del aniversario de la más antigua y gloriosa Infantería de Marina del mundo, la española. Para ello, cinco compañeros Guardiamarinas de este Cuerpo nos han expuesto una conferencia sobre la historia del mismo; haciendo hincapié en la versatilidad de sus unidades y su gran coordinación con los medios navales de los que disponen. Más adentrada la mañana han empezado a manifestarse los repentinos e intensos chubascos característicos de esta zona, quedando toda la tarde pasada por agua.

El ambiente es muy distinto al de la larga navegación pasada. Estos días están repletos de anécdotas de Río de Janeiro, recuerdos que formarán parte de la promoción para siempre, futuros planes en Buenos Aires y quebraduras de cabeza para calcular qué días se monta guardia en puerto. Nada que ver con la monotonía de treinta días cruzando el Atlántico. Es por todo lo anterior que cuando no nos queramos dar cuenta estaremos entrando por el Río de la Plata teniendo por estribor Uruguay y por babor Argentina; pudiendo avistar Montevideo y, seguidamente, Buenos Aires.

Por último y no menos importante, hago una mención a todos los familiares; en especial a mis padres por apoyarme en cada momento de esta experiencia.

Me despido encomendándome a la Virgen del Carmen porque nos guíe y lleve a salvo al siguiente puerto y cuide de todos nosotros y nuestros seres queridos.

En la mar, a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Mario Florido López.

Amanece un nuevo día, y el último en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, dónde hemos podido disfrutar y descansar durante 5 días, tras una larga navegación de 1 mes en alta mar, cruzando el Océano Atlántico. Si soy sincero, creo que aún no somos conscientes del privilegio de haber podido gozar de la satisfacción del deber cumplido tras haber cruzado al fin el charco, habiendo dejado a nuestros seres queridos en casa, pero pudiendo traerles en un futuro experiencias y recuerdos nuestros de los puertos sudamericanos.

Tras el regreso de francos, y momentos previos a la salida a la mar, la cámara de GGMM estaba repleta de las distintas anécdotas y acontecimientos ocurridos en puerto. Además, todos comentábamos nuestras distintas opiniones sobre Río de Janeiro, personalmente no sabría decir si es una ciudad que me ha encantado o no, ya que me ha provocado diferentes emociones a lo largo de la estancia.

Por un lado, la visita a zonas turísticas como el Cristo de Corcovado o al Pao de Azucar, hace que sea imposible que no te cautive el paisaje y las vistas de la inmensa ciudad, y de que te preguntes en qué momento has acabado aquí, admirando una de las 7 maravillas del mundo junto con tus compañeros. Por otro lado, andando por las calles y observando detenidamente, uno se da cuenta de la desigualdad pronunciada que hay entre clases. Además, había que andar con cautela y saber bien por dónde ibas. Se podría decir que es una ciudad la cual se tiene que visitar al menos una vez en la vida, y que merece la pena conocerla.

El tercer día tuvimos la recepción a bordo, la verdad que no es el mejor día para que te toque montar guardia, ya que no la puedes disfrutar como tus compañeros. Sin embargo, fue una gran velada finalizando con los invitados desembarcando con una sonrisa tras haber conocido el buque y de disfrutar de la compañía mutua.

Salimos a la mar con cierta pena similar a la depresión post-vacacional, pero se desvanece rápido teniendo Buenos Aires a solamente una semana de navegación, se acabaron por el momento las navegaciones eternas.

Me despido desde la Mar, rogando a nuestra Señora la Virgen del Carmen, patrona de la Armada, que vele por toda la dotación de este buque como también de todos aquellos que desde casa nos recuerdan y nos tienen presentes.

A bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano, GM Rossell Martínez-Fresneda.