En 1977, con la revisión de la segunda fase del programa naval, la Armada Española se vio en la necesidad de incorporar nuevos escoltas que acompañaran al Portaaviones “Príncipe de Asturias” para configurar lo que vendría en llamarse el Grupo Alfa de la FLOTA y decidió la construcción de las tres primeras Fragatas de la serie F-80 (Santa Maria, Victoria, Numancia).