En el tercer curso de carrera se hace realidad una de las mayores ilusiones con que sueña el alumno desde el primer día que pisa la Escuela Naval: Realizar el crucero de instrucción a bordo del Buque-Escuela "Juan Sebastián de Elcano".
Durante este crucero, de 6 meses de duración aproximada, el Guardia Marina echará los cimientos de una formación marinera que le acompañará a lo largo de toda su carrera.
El buque-escuela es el escenario donde el Guardia Marina toma su primer contacto profundo con la mar; de ahí la tendencia tradicional de contar con el barco de vela para esta misión. La identificación del hombre con su medio ambiente es un problema de continuidad y de perseverancia, de familiaridad con las raíces, con la nomenclatura específica de un lenguaje. En el barco de vela está todo ese mundo en su frescura elemental, desde la etimología de los nombres que son alma, hasta la dimensión del sentido marinero de la vida, forja de hombres y de estilos al infundirles los principios, tradiciones y dedicación al servicio que constituyen el espíritu de la profesión naval.