En el verano austral 1987-88 el Real Observatorio de la Armada inicia su relación con el Continente Antártico al participar en la primera campaña liderada por el Ministerio de Defensa con el objetivo de contribuir a la adquisición de nuevos conocimientos, en el entorno antártico, dentro del campo de las Ciencias de la Tierra. Para ello fue seleccionada un área geográfica muy compleja e interesante desde el punto de vista científico, como era la del Estrecho de Bransfield.
A la campaña inicial, en el verano austral 1987-88, le siguieron las de los veranos australes 1988-89, 1989-90 y 1990-91, a bordo del B.O. "Las Palmas". Se realizaron trabajos geodésicos, determinando puntos fundamentales, mediante el empleo de los entonces novedosos receptores geodésicos GPS, que ayudarían a establecer las bases de una red en la que se apoyarían posteriores trabajos de geodinámica. Además, se llevaron a cabo numerosos estudios geofísicos (sismología y magnetismo marino) que tuvieron como objetivo el estudio de la estructura profunda de la Corteza y del Manto superior en la zona del sur del Bransfield, así como el control de la actividad volcánica de la Isla Decepción.
La campaña antártica 1991-92 marca la incorporación del Buque de Investigación Oceanográfica (B.I.O.) "Hespérides". Los trabajos científicos han continuado, profundizando en las líneas de investigación inicialmente marcadas: sísmica de refracción, campos potenciales (gravimetría y geomagnetismo) y geodinámica.