Al acceder al trono Felipe V, la Armada dispone de 4 navíos y 21 fragatas, obviamente insuficientes para proteger el vasto imperio de España. Cuando José Patiño es nombrado Intendente General de Marina, se inicia la construcción de los buques y las infraestructuras necesarias con el objetivo de industrializar la construcción naval.
En 1717, José Patiño ordena poner en marcha el primer astillero moderno de nuestro país, el Real arsenal de la Carraca, al que seguirán el de Cartagena en 1731 y el de Ferrol en 1750. Durante la primera mitad del siglo XVIII, constructores como Gaztañeta y después Autrán fabrican navíos de línea de calidad, principalmente en el astillero de Guarnizo (Santander), como el navío “Real Felipe” de 112 cañones.
El Marqués de la Ensenada convence a Fernando VI para reforzar la Flota. Para este plan, Ensenada encarga a Jorge Juan contratar artesanos y constructores navales ingleses que introducen un nuevo sistema constructivo basado en el método inglés. Jorge Juan, consciente de la necesidad de aplicar el conocimiento científico a la construcción naval, lo plasma en su “Examen Marítimo”, un tratado de ingeniería naval que fue traducido al inglés y al francés.
Es en este clima de florecimiento científico cuando la Armada experimenta la necesidad de dar un enfoque industrial a sus Arsenales, pasando de la construcción naval, basada en artesanos, a la aplicación directa del conocimiento científico, al diseño y a la producción de buques. Estas circunstancias provocan que en 1770 Carlos III, de la mano del Secretario de Marina Julián Arriaga, cree el Cuerpo de Ingenieros de Marina y, posteriormente, su Academia. El actual Cuerpo de Ingenieros de la Armada procede del antiguo Cuerpo de Ingenieros de Marina y el Real Cuerpo de Artilleros de Marina.
Por otro lado, las primeras instrucciones para las Brigadas de Artillería de Marina datan de 1717. Son brigadas especializadas cuyos oficiales pertenecen al Cuerpo General. En 1763 se crea el Real Cuerpo de Artillería de Marina. En 1827 se crea la Brigada Real, que unifica los Cuerpos de Infantería y Artillería de Marina, con oficiales propios independientes del Cuerpo General. En 1848 se separan nuevamente los Cuerpos de Artillería e Infantería de Marina.
En 1857 desaparecen las Brigadas de Artillería, creándose el Cuerpo de Estado Mayor de Artillería de la Armada para el servicio facultativo, formado por los oficiales de las Brigadas suprimidas, y pasando la tropa a Infantería. En el mismo año se crea una academia de Artillería para cubrir las vacantes del nuevo Cuerpo.
En 1943 se reorganiza el Cuerpo de Artillería de la Armada, que en lo sucesivo se denomina Cuerpo Facultativo de Armas Navales, siéndole asignada toda labor de carácter técnico-industrial relacionada con las armas navales. En el mismo año comienza la construcción de la actual Escuela Técnica de Armas Navales de la Armada (ETSIAN), única en España en su materia, hasta la fecha.
En 1967 se unifican los Cuerpos de Ingenieros Navales y Armas Navales para, con los oficiales de Cuerpo General que tenían formación en Electricidad y Electrónica, construir el actual Cuerpo de Ingenieros de la Armada.