Expedición de Juan Díaz de Solís (1515-1516)
Tres fueron las naves que zarparon de Sanlúcar el 8 de octubre de 1515, Concepción, la Trinidad y el Santiago. Eran embarcaciones de pequeño porte, 60 toneles la capitana y 30 toneles las otras dos. La dotación estaba formada por 60 hombres repartidos acorde al porte de la embarcación.
El día 2 de febrero de 1516 no lejos de Punta del Este, Solís tomó posesión de las tierras descubiertas en nombre del rey plantó una cruz en el lugar al que dio el nombre de "Nuestra Señora de la Candelaria", cerca del actual Maldonado.
El día 20 de enero de 1516 explorando una isla que bautizó como "isla de Martín Garcia”, fue atacado y muerto por unos indígenas que además lo devoraron siendo testigos los tripulantes de las embarcaciones.
La expedición inicia el viaje de regreso muy afectados por lo que habían visto de canibalismo. Toman víveres en la isla San Sebastián de Cádiz, isla de los Lobos marinos en Uruguay, cazando algunos ejemplares que los tratan en sal para conservarlos durante el viaje. Continúan navegando por la actual costa de Rio Grande do Sul y fondean en la Laguna de los Patos, una albufera en dicha costa donde se pierde una de las carabelas.
Después de hacer aguada y tomar víveres continúan costeando el litoral, y en latitud de 27 grados ó algo más al Norte, desembarcaron las tripulaciones en una isla que bautizaron isla de Santa Catalina, que posiblemente debió su nombre a Catalina Medrano, la mujer de Sebastián Caboto. Allí estuvieron unos dias y cortaron hasta quinientos quintales de madera de Brasil que cargaron en las naves.
Se pierde una segunda carabela y parte de la dotación permaneció en la isla. 13 hombres quedaron en tierra de los que 7 fueron recogidos por un buque portugués que los trasladó a Lisboa. El resto permaneció en la zona con diferente suerte. En cuanto a las dos carabelas restantes, levaron anclas y continuaron el viaje de vuelta.
El 2 de noviembre de 1516 arriban a Sanlúcar y días después a Sevilla dando por finalizada la expedición.